Realidad virtual y realidad aumentada

A raíz de este excelente artículo que encontré en La Vangurdia en mis lecturas de sábado me motivé a escribir sobre estas herramientas que antes veíamos en las películas pero que cada vez estamos teniendo más cerca.

La realidades virtuales y las realidades aumentadas están siendo cada vez más utilizadas en el ámbito de la publicidad y el marketing como una herramienta más... pero creo que antes de hablar de una y de otra lo primero que hay que hacer es diferenciarlas.

Cuando hablamos de realidad virtual nos referimos a una interfaz convincente que cuenta con todas las propiedades de la experiencia directa: color, animación, respuesta instantánea, simulación, inteligencia, olor, etc.

La realidad aumentada, tal como la define Eva Domínguez en el Cuarto Bit, se parece a la realidad virtual pero entre ambas existe una diferencia fundamental. Cuando se explora un entorno de realidad virtual inmersiva, el usuario pierde de vista el mundo físico y en su lugar explora un espacio recreado con imágenes por ordenador. Para ello, debe llevar puestos gafas, cascos, guantes u otros dispositivos especiales que capturan tanto su posición como la rotación de diferentes partes de su cuerpo. La persona tiene la experiencia de recorrer el espacio digital representado mientras está en realidad en una sala vacía.

Las realidades virtuales son casi el límite de las tecnologías de la comunicación ya que buscan atrapar al usuario volviéndose al mismo tiempo invisible. Las realidades virtuales se enmarcan dentro de la comunicación postsimbólica ya que superan los límites de las descripciones lingüísticas y los juegos semánticos para comunicar puntos de vista personales, hechos históricos o información técnica. Proponen una demostración directa, virtual y una experiencia interactiva material y original. Existe una alta correlación entre la "verosimilitud" de lo simulado y la presencia multidimensional y multimediática de las experiencias en vivo. (Piscitelli, 2002)

En las realidades aumentadas, las imágenes virtuales completan la visión de la realidad, no la reemplazan. Podemos decir que se utilza la realidad como base y se le agregan realidades virtuales que la complementan. Lo que el usuario ve es su entorno real con unos elementos añadidos creados digitalmente.

El acceso a la tecnología que permite crear este tipo de realidades se ha abaratado, por lo que es ya una herramienta para ser utilizada comercialmente, por ejemplo, en centros comerciales para crear experiencias de marca con productos.

Algunos ejemplos:







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