Debido a la saturación de mensajes publicitarios cada día las empresas lo tienen más difícil llegar a sus públicos objetivo. La mayoría de los mensajes se pierden entre el mar de anuncios que diariamente recibimos por diferentes medios. La reducción de costes de acceso a la tecnología para los procesos de producción y a la innovación ha permitido que las pequeñas empresas tengan la posibilidad de competir con las más grandes.
Ya lo anunciaba hace algún tiempo Ian Murdock, vivimos en un entorno acelerado en que las grandes empresas ya no se van a comer a las más pequeñas, sino que las más rápidas a las más lentas.
Los productos en -cuanto a sus características físicas- cada vez se parecen más debido a los factores anteriormente mencionados. En esta homogeneización influye también la saturación de la oferta de productos/servicios que -como hemos señalado-, no nos parecen excesivamente diferentes. Sólo falta pararse frente a la estantería del supermercado para comprobarlo. Tal oferta de productos no nos permite poder recordar o identificar todas las opciones que hay en el mercado.
El solo hecho de que alguien fije la atención en nuestro mensaje ya es considerado como un éxito hoy en día. Y ni hablar de conseguir una establecer una relación con los clientes, los cuales están cada día más informados y más infieles también.
En este contexto han aparecido los blogs, los cuales se han masificado en tal medida que se han convertido en un medio perfecto para la creación de corrientes de opinión a favor o en contra de las empresas.
Un número creciente de periodistas y los redactores de las noticias leen a diario cientos de blogs. Muchos de ellos utilizan lectores de RSS para recibir información que les parece relevante para desarrollar su trabajo.
La fidelización de los consumidores se basa cada vez más en procesos de identificación emocional, en los cuales la admiración por una empresa o por uno de sus empleados puede llegar a construir un vínculo muy estable y duradero entre el cliente y una compañía. Las elecciones emocionales son cada vez más decisivas. El consumidor maneja, de manera más o menos consciente, una lista corta de marcas o de corporaciones con las cuales se identifica. A esa lista se puede acceder por diversas vías dependiendo todas ellas de la opinión –no sólo de la percepción- que el consumidor tenga de las marcas o empresas concurrentes. Una de esas vías es la reputación e imagen corporativas.
Y es aquí donde los blogs pueden jugar un rol clave. Los bitácoras corporativas permiten un encuentro cara cara entre los clientes y la empresa, humanizada, en este caso, en un empleado de carne y hueso, un empleado también usuario del producto o servicio.
Es en este medio donde la compañía puede comunicar con más holgura esos valores y fidelizar esa relación. Si el blog corporativo además de brindarle información acerca del producto/servicio le permite al usuario/cliente mejorar el mismo mediante sus críticas o consejos se estarán comunicando los valores esenciales de la organización permitiendo la creación de una imagen corporativa óptima y con ella la fidelidad de esos clientes.
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Publicado por Byte en 5:54 p. m.
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